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Parece que hoy en día todo el mundo tiene una idea para una startup. Desde Silicon Valley (California) hasta Silicon Beach (Australia), todo el mundo espera crear el próximo Facebook o Snapchat, ganar mil millones de dólares y retirarse a la playa.
Los grandes sueños están muy bien, pero esta tendencia empresarial también significa que los acuerdos se hacen rápidamente, a menudo sin prestar demasiada atención a los detalles. También significa que por cada asociación exitosa, hay al menos unas cuantas historias de terror de cofundadores. Si prefiere evitar ser uno más, hay algunas cosas que debe hacer antes de alquilar esa casa en la playa, mudarse a esa incubadora o poner el nombre de ese cofundador en su membrete. He aquí algunos buenos consejos para la diligencia debida del cofundador:
- Obtenga referencias reales de personas relevantes. Aunque tu posible cofundador no sea tu empleado, no está de más hablar con antiguos jefes o clientes (en el caso de un posible cofundador que haya trabajado como autónomo). La ética de trabajo es una de las cosas más importantes en el entorno de una startup, y no querrás asociarte con una diva o una vaga.
- Comprueba la solvencia y los antecedentes de tu posible cofundador. Aunque no tienen por qué ser ricos de forma independiente, una gran cantidad de deudas puede ser una señal de alarma, y los antecedentes penales también pueden hacer que su perspectiva sea arriesgada.
- Si vas a contratar a un cofundador técnico, asegúrate de que tenga la formación académica o los conocimientos de ingeniería que exige el puesto. Si bien es cierto que hoy en día muchos grandes programadores son autodidactas, deben aportar una cualificación relevante o un portafolio impresionante. En el caso de los primeros, compruebe sus referencias educativas. No es raro que la gente finja hasta que lo consigue.
- No ignore aspectos como los impuestos. Un cofundador que esté en el lado malo del fisco podría poner a tu startup en apuros antes de que tengas la oportunidad de conquistar el mundo.
- Muchas personas del mundo de la tecnología son emprendedores en serie que realizan varios intentos de éxito antes de triunfar por fin. Asegúrate de que tu posible cofundador no está vinculado a ninguno de sus proyectos anteriores o, si lo está, de que estás legalmente protegido frente a cualquier posible problema relacionado con ellos.
- Por último, haz redactar un acuerdo legal de hierro fundido, claro y hermético. Los apretones de manos y los pactos de caballeros no tienen cabida en las startups tecnológicas, y conviene tener todo por escrito, firmado y legalizado, desde las responsabilidades hasta los acuerdos de confidencialidad y las participaciones en la propiedad, antes de asociarse con nadie.
Las startups tecnológicas han llegado para quedarse y, en muchos sentidos, están creando el futuro del mundo empresarial. Sin embargo, aunque sean punteras y estén cambiando el mundo, no dejan de ser empresas, y siguen exigiendo un alto nivel de atención al detalle y diligencia debida.
Si esperas ser el próximo Zuckerberg o Spiegel, no pases por alto las comprobaciones de crédito y antecedentes, y contrata a un profesional para asegurarte de que operas con toda la información pertinente. Merece la pena invertir tiempo y dinero.
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