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Hoy en día hay más trabajadores migrantes, inmigrantes cualificados y refugiados que en ningún otro momento de la historia, sencillamente porque hoy en día hay exponencialmente más gente en el mundo y porque los viajes internacionales son más fáciles y cómodos que nunca.
Ya sea por motivos económicos o por conflictos, la gente opta por buscar una vida mejor en otros países. Aunque esto puede ser estupendo para generar nuevas ideas, suplir carencias de personal cualificado y diversificar culturas, plantea algunos retos interesantes tanto para los gobiernos como para las empresas privadas en términos de selección internacional.
Esto es especialmente cierto cuando se trata de refugiados y solicitantes de asilo, y esto es lo que debes saber.
Diferencia entre emigrantes económicos y refugiados
El primer dato importante que hay que tener en cuenta cuando se trata de la selección internacional de inmigrantes es que hay una gran diferencia entre inmigrantes económicos y refugiados o solicitantes de asilo.
Los inmigrantes económicos suelen proceder de países relativamente estables, pueden tener ya una oferta de trabajo en su nuevo país y suelen cumplir todos los requisitos de selección antes de llegar al país de destino. Suelen someterse a exhaustivos controles de antecedentes, médicos y de otro tipo, y normalmente tendrán documentos legales de inmigración antes de poner un pie en Australia.
Los refugiados y solicitantes de asilo, por su parte, suelen huir de la agitación social o política y pueden haber sido víctimas de abusos contra los derechos humanos. En algunos casos, como el de los llamados «boat people», puede que simplemente hayan abandonado su país de origen sin permiso para entrar en ningún otro y hayan llegado para solicitar el estatuto de refugiado o asilo.
Retos de la selección
Cuando se trata de examinar a refugiados y solicitantes de asilo, los gobiernos de países como Australia tienen a menudo una difícil tarea por delante. En muchos casos, los refugiados y solicitantes de asilo llegan sin la documentación adecuada, a menudo de países donde los sistemas y los gobiernos se han derrumbado o se están derrumbando.
Pueden proceder de zonas del mundo en las que reinan la corrupción y la injusticia burocrática, o incluso de zonas en las que hay auténticos problemas de derechos humanos que considerar.
En la mayoría de los países, a los refugiados y solicitantes de asilo se les proporciona alojamiento temporal y seguro, mientras el gobierno del país de destino intenta averiguar quiénes son y si tienen derecho a solicitar realmente el estatuto de refugiado, de acuerdo con leyes como la Convención sobre el Estatuto de los Refugiados. Es un proceso largo, caro y difícil de selección internacional.
La primera capa de defensa
La buena noticia para las empresas australianas es que nuestro gobierno aplica políticas de control rigurosas y exhaustivas tanto a los inmigrantes económicos como a los refugiados. Estos procesos sirven como primera capa de defensa para las empresas que se plantean contratar a extranjeros. Si la persona que está pensando contratar tiene o puede obtener un documento de inmigración legal, es probable que haya superado un control penal, médico y de seguridad, lo que significa que puede tachar varios puntos de su lista de control internacional.
Pero eso no significa que pueda dejarlo todo en manos del gobierno. Si está pensando en contratar a extranjeros, es posible que aún tenga que verificar credenciales internacionales, títulos o diplomas, historial laboral y más. Siempre merece la pena contratar a un profesional que sepa con quién ponerse en contacto y cómo hacerlo: dar este paso garantizará que no se le escape nada importante.
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